un día, después de hablar por fin, ¿todavía tendré de qué vivir? ¿o todo lo que hablase estaría más acá o más allá de la vida? Todo lo que es forma de vida procuro alejarlo. Intento aislarme para encontrar la vida en sí misma. Sin embargo me apoyé demasiado en el juego que distrae y consuela y cuando me aparto de él, bruscamente me encuentro sin amparo.
Es la experiencia de pedir socorro y de que el socorro nos sea dado. Tal vez valga la pena haber nacido para implorar un día calladamente y calladamente recibir.