|
bookmarks:
|
main | ongoing | archive | private |
Fue difícil darse cuenta. El silencio no siempre es el mejor amigo de SeHun, sobre todo porque se pensaría que es el menos doloroso, aunque en realidad es todo lo contrario. El silencio puede estar escupiendo dolor en vez de calmarlo. Y realmente SeHun odia eso.
Oh SeHun no sabía todo lo que tenía a su lado, necesitó perderlo para darse cuenta.
Deja atrás luces incandescentes, destellos que se alargan, desaparecen al siguiente instante. Sus pies apenas tocan el suelo, como si éste estuviera ardiendo. Deprisa, deprisa, deprisa. Los sonidos de la ciudad se mezclan en un murmullo indescifrable, demasiado estridente y demasiado débil como para que les preste atención.
Sehun corre por la ciudad, girando por los callejones al azar. Está corriendo por la parte más sórdida de la ciudad pero no le importa, sólo necesita alejarse. Todo se ha vuelto demasiado para él, y ya no puede hacerlo.
Luhan se despierta con el sonido del silencio. Abre los ojos tras su ritual de esperar diecisiete segundos y contempla el techo. Aguza el oído. Nada. Luhan muere un poco por dentro. Pero de algún modo, consigue levantarse.
Luhan es capturado y utilizado como experimento. Eso lo deja confundido y desesperado por hallar las respuestas. Le obligan a hacer cosas que es incapaz de hacer y alguien que él desconoce posee su cuerpo íntimamente. Según sus captores todo eso es por una única cosa:
salvar el mundo
«Si antes ignoraba al novato, ahora giró el cuerpo con enorme satisfacción para mirarlo a la cara, admirando por primera vez el rostro delicado de un demonio disfrazado de ángel. Era un arrogante que se disfrazaba del ángel más puro de todo el cielo...»
Cuando Luhan pidió al cielo un ángel de la guarda, jamás imaginó que sus plegarias fuesen realmente atendidas, pero lo fueron. El único problema es que lo que le fue enviado no era un ángel... Era un demonio. Un demonio llamado Oh Sehun.
«Desde todos los puntos de vista posibles, Oh Sehun era el hijo perfecto a ojos de sus padres y de todos quienes lo conocían, salvo porque tras su fachada de joven decoroso se escondía uno muy diferente que muy pocos habían llegado a conocer. Y porque ocultaba un secreto que, de desvelarse, destrozaría muchas vidas.».
La música sonaba en toda la sala, y encima de aquella plataforma el cuerpo de Sehun se movía seductoramente, su lengua recorría una y otra vez sus labios provocando a todos los espectadores de aquel local. Luhan no era uno de ellos, le molestaba de sobre manera que su maknae se luciese como un trofeo cada vez que salían con los demás. No podía soportar como todos los hombres y mujeres deseaban al pequeño de esa manera. Pero para el despistado de Sehun sólo bailaba, siempre esa canción “Harder To Breathe”, cuando el sonido de guitarra reventaba los bafles del escenario saltaba de su asiento y subía a la pista para mostrar toda esa habilidad que había adquirido en esos años de entrenamiento.
Luhan siempre había sido calculador. Pero cuando un impulsivo multimillonario llamado Oh Sehun fija sus ojos en él, se da cuenta de que su calculadora se ha descompuesto, provocando la ecuación más difícil que jamás haya enfrentado, y con ella, un amor perplejo e intenso que no puede comprender.
Luhan quiere ser un Niño Grande a veces, y Sehun le ayuda lo mejor que puede.
Sehun había perdido a la única persona que amaba en un accidente automovilístico. Después de 12 días de lamentable duelo, Sehun repentinamente despierta en un momento donde Luhan todavía sigue con vida.
¿Es acaso que el destino solo quiere jugar con él?
¿O es esta una oportunidad que le había dado ahora para dar vueltas las cosas?
Es el cumpleaños de LuHan y SeHun no tiene un regalo que darle. LuHan irá por su regalo, importándole poco si SeHun acepta o no, darle su regalo.
Gracias por el regalo, Hunnie
Luhan vive en un mundo dónde nadie le entiende, en un último intento por llamar su atención confunden sus actos por problemas psicológicos. Debido a eso sus padres lo ingresan en Cassopeia, un centro psiquiátrico a kilómetros de su casa. Allí rodeado de personajes variopintos descubrirá la verdadera razón de su existencia, el amor de una persona realmente especial.
Lu Han es el compañero de habitación de Sehun, y éste tiene una lista de razones por las que es perfecto.
Dos palabras y un sentimiento que le reconfortarían para siempre.
Sehun, Kai, Chanyeol y Baekhyun son cuatro estudiantes de instituto que deciden colarse en una fiesta universitaria para pasar un buen rato aquel viernes noche.
Lo que Sehun no sabe es que aquella fiesta no será ni mucho menos como se había imaginado, y tendrá un encontronazo que desde aquel momento le perseguirá...
"¿Te lo imaginas?"
Hace mucho tiempo que Sehun dejó de imaginar cosas, ¿para qué? El mundo se va a la mierda y es mejor que la tormenta de disparos y enemigos no te pille en Babia sino con los pies en la tierra y las manos en el fusil. Pero Luhan siempre ha sido raro y mágico y como ajeno a todo el mal que les rodea y si no fuera porque le ha visto más de una vez con las manos ensangrentadas, Sehun creería que es un ángel.