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Delirium abre sus puertas, sean bienvenidos al fantástico mundo del BDSM, no todo el mundo aprecia estos juegos pero sí los más atrevidos logran disfrutarlos como es debido.
“Érase una vez un príncipe que se enamoró de un monstruo. Pero su historia no tuvo un final feliz.”
Sólo hay una vida, puede que sea dura o difícil, pero eres tú quien decide como vivirla. Baekhyun, un chico cuya pasión es la fotografía, se le presenta un reto, crear el mejor reportaje fotográfico de una subcultura. Investigando encuentra Underground, un local conocido por muchos en el que Riot toca todas las noches. Allí, descubre que toda su inspiración puede encerrarse en una sola persona, que la pasión se desata cuando los deseos se unen a algo más que los sueños, viéndose envuelto en una vida que jamás imaginaría. Dejándose llevar al límite, descubriendo que las fronteras entre el bien y el mal pueden perderse en lo más profundo de una mirada y el sabor de unos labios.
Jongin es un estudiante que ingresa a su primer año de universidad esperando tener una experiiencia tranquila, grata y sobre todo acogedora. El día que un chico de cabelllos negros, ojos grandes, labios abultado de color rosa pastel arqueándose de forma inocente logran descolocarlo por segundos; Jongin jamás pensaría que en una semana su vida podría cambiar para siempre.
Kyungsoo conoce todos los gestos de Jongin. Conoce hasta sus más mínimos berrinches al amanecer, e incluso los reconoce antes de adentrarse bajo sus sábanas para acariciarlo en forma de consuelo. Lástima que Kyungsoo no conoza a fondo el inconsciente de Jongin. No conoce sus miedos ni dolores. No sabe cuánto es el pánico que le tiene a la oscuridad ni a la soledad. Ni tampoco sospecha del calibre de las pesadillas de Jongin.
Cuando la palabra amor interfiere en los atardeceres de Julio de Kyungsoo hay algo que se entrelaza y dosblega en su lengua. Algo rasposo y dulce que conoce bien pero que prefiere no definir, que prefiere resuene en su paladar y que conlleve a tan sólo una persona; a un bailarín.
Jongin no sabía cómo reaccionar respecto a los cambios que estaba experimentando el cuerpo de Kyungsoo, pero al parecer su cuerpo sí sabía cómo.