"Hoy me he levantado con el don de la risa, y con la extraña sensación de que el mundo estaba loco, y ese era todo mi patrimonio" Jodido Sabatini, con su jodido Scaramouche, Dios, como me gustaría poder escribir una primera frase así, es meramente genial. Mi problema es sencillo: la gente cree que soy especial. Mi profesora se dedica a alegar en mi ausencia toda sarna de estupideces que me gustaría poder llegar a cumplir. Mi madre dice que escribo bastante bien: ¿por qué no te haces escritora?-pregunta ¿Y ser una más de esas mediocres novelistas sin fronteras? bah, paso. Antonio dice que soy realmente inteligente. Antonio es mi padre. Aunque también dice que Cora es realmente inteligente. Cora es mi perro. En definitiva, soy una chica normal, que escribe de forma normal, con una conversación normal y con una vestimenta bastante normal. Joder, tengo diecisiete jodidos años y pienso que este mundo es una completa abominación. Aún peor, creo que yo soy una vil aberración para el. ¡Dios! ya estoy otra vez igual. Veréis: yo no soy nada especial, me levanto, desayuno, colegio, vuelvo a casa, hiberno y vuelvo a levantarme, desayuno, colegio...como veréis, mi vida está parcial y totalmente vacía. Es por eso que pretendo dar una imagen de mí. El otro día le preguntaron a un amigo ¿por qué ella es así? Querida, es jodidamente divertido. La vida es íntegramente molesta, sino eres Lenin, claro. Para los demás mortales, la vida es un lastre continuo, que va engordando conforme la llenamos de mierda, y que al final, encuentra una cuesta, toma velocidad y nos engulle cual bichos deshonestos. Desde pequeña, tuve esa gran ilusión de ser abogada. A la mierda. Me di cuenta que ese royo no va conmigo. Luego cambié a medicina, una lástima que esté en letras. Pretendía ayudar a los niños de África, sin embargo ahora creo que serán ellos los que me salvarán a mí. Hace un tiempo me leí el guardián entre el centeno, creo que me afectó demasiado. Hace un mes tuve que hacer un juicio de economía para defender el marxismo. Creo que me afectó aún más. Ahora soy una especie de australopithecus con tres cabezas y dos cerebros que lucha por una sociedad igualitaria mientras se resigna a pagar a una puta para que le acompañe a la boda de su hermano. Creo que cambiaré el mundo, o al menos le daré por culo a unos cuantos jodidos ricos, pero también creo en el jodido hinduísmo, claro, ya me entendéis. Eso es otra cosa que no soporto de mí, digo demasiados tacos, y suelo utilizar palabras que nadie entiende para que piensen que soy más inteligente. Bobadas, según mi criterio. La "doble moral" lo llamaría la Che. Otra cosa que me fastidia de la gente es su innata necesidad de creer que quiero que me hagan feliz, joder. Lo detesto, hace que me sienta miserable. Me gusta contestar mal, es divertido, sin embargo, no lo es cuando la otra persona te suelta un: en el fondo, te quiero. Joder, si quisiera que todo el puto mundo me adorase me llamaría Hitler o algo por el estilo.