- repíteme de nuevo este cuento de hadas absurdista y satírico
en el que yo soy tuya y tú eres mía, y perdóname por las fuertes palabras, pero tu ternura no cabe en las yemas de los dedos. ¿cómo tratarte? ¿cómo no asustarte? ¿cuánta azúcar y miel darte? yace junto a mí, corazón, y pasemos nuestro tiempo intentando resolverlo. este es ese viejo sentimiento del colegio, del ansiar y no tener. de saber que si entrelazco mis dedos con los tuyos la mayoría de las cosas están un poquitito mejor.
- Hoy estaba contemplando un producto de sirope de hoja de maple
y en ese momento me pregunté por qué lo que estaba impreso en él dictaba si merecía o no amor. No me desenvuelvo de esta teoría todavía. Mi adolescencia me dice que no lo haga. Perdón, pero es lo único que tiene sentido.