Herne el Cazador es un personaje perteneciente al folklore inglés, un espíritu o fantasma que cabalga en los alrededores de Windsor y Great Park en el condado de Berkshire.
- La leyenda cuenta que Herne era uno de los monteros reales del rey Ricardo II y en una ocasión salvó la vida del rey durante una cacería, cuando este estaba a punto de ser ensartado por la cornamenta de un ciervo. Herne quedó herido de muerte y fue una bruja quien le devolvió la salud a través de un encantamiento, soldando los cuernos del ciervo muerto a la cabeza de Herne y este a cambio le cedió sus habilidades para la caza. Por esta misma razón, cuando regresó a su puesto de montero real, sus compañeros lo acusaron de impostor, incapaces de creer que fuera la misma persona pues hace pocos días él había estado tan cercano a la muerte. Herne perdió el favor del rey y fue encontrado por la mañana ahorcado en un roble, el cual desde entonces se conoce como “El Roble de Herne”.
- Se le describe como un hombre grande llevando una cornamenta sobre su cabeza, monta a caballo, atormenta al ganado y hace sonar cadenas. A menudo acompañado de un séquito de cazadores fantasma, almas capturadas por el mismo, y por animales del bosque, un búho astado o una jauría de sabuesos encantados. Hay diversas versiones que lo consideran un protector del bosque pero muchas otras ven a Herne como un mal presagio.
- En su libro de 1929 <<La Historia del Diablo - El Dios de cuernos de Occidente>> de R. Lowe Thompson sugiere que Herne, así como otros cazadores salvajes en el folklore Europeo, todas derivan de la misma fuente antigua, citando que "Herne" puede ser una cognado del nombre de la deidad galo Cernunnos. Sin embargo, Herne es una figura localizada, que no se encuentra fuera de Berkshire y las regiones de los condados circundantes en los que una vez se extendió Windsor Forest. Sin embargo, solo se han recuperado pruebas claras del culto a Cernunnos en el continente europeo y no en Gran Bretaña.
La primera mención de Herne proviene de la obra de William Shakespeare de 1597 “Las alegres comadres de Windsor”, y es imposible saber con qué precisión en qué medida Shakespeare pudo haber incorporado una leyenda local real en su trabajo, aunque ha habido varios intentos posteriores para conectar a Herne con figuras históricas, deidades paganas o arquetipos antiguos. Hay pocas pruebas escritas para Herne el Cazador antes de la década de 1840, y los detalles de su cuento popular originales se han filtrado a través de las diferentes versiones de Shakespeare. Las versiones publicadas oficialmente de la obra se refieren solo a la historia de Herne como el fantasma de un antiguo guardián del bosque de Windsor que acecha a un roble en particular a medianoche en invierno.
El primer relato escrito de Herne proviene de la obra de Shakespeare " Las alegres comadre de Windsor ", en la que se dice que tiene cuernos, agita cadenas y hace que el ganado produzca sangre en lugar de leche:
- •“Sra. Page. —Hay un cuento antiguo según el cual, el cazador Herne, que alguna vez fue guardabosque de Windsor, se pasea a media noche, durante todo el invierno, alrededor de un roble, llevando en la cabeza grandes cuernos como de ciervo; y allí hiela el árbol y ataca al ganado, y hace que la vaca vierta en vez de leche sangre, y sacude una cadena de la manera más espantosa y temible. Habéis oído hablar de ese espíritu y sabéis bien que los antiguos, llenos de superstición, recibieron como una verdad, y como tal trasmitieron a nuestros días, la fábula del cazador Herne.
- •Page.—Sin embargo, no faltan muchos que temen pasar en alta noche junto al roble de Herne. Pero ¿qué resulta de eso?”
- Las alegres comadres de Windsor, acto 4, escena 4.
Se ha observado que la referencia a la muerte de Herne como un suicidio se ajusta a la creencia tradicional de que es más probable que este tipo de muerte produzca un embrujo. La referencia de Shakespeare a las cadenas vibrantes también se ajusta a un motivo fantasmal muy común. Sin embargo, otros elementos del cuento son inusuales para otras historias de fantasmas de la era de Shakespeare. El ganado o los perros fantasmales eran comunes, pero hay pocos ejemplos contemporáneos de un ciervo fantasmal. Es posible que Shakespeare inventara este detalle para adaptarse mejor al entorno del bosque, o para dar lugar a la imagen humorística de un personaje con cuernos.