Estar casado con más de una mujer al mismo tiempo (poligamia) es una práctica tan antigua como la historia del hombre y la ley Islámica lo permite. La poligamia también era aceptada entre otros pueblos, tales como los antiguos hebreos, egipcios, griegos, persas, asirios, japoneses, hindúes, rusos y germanos. El Islam no es la primera religión que admite la poligamia, sino es la primera que organiza los asuntos matrimoniales y acondiciona la poligamia con criterios y condiciones estrictos. En la época preislámica la poligamia era permitida sin límite.
Con la llegada del Islam, la ley Islámica aprobó la poligamia pero se estableció el límite a cuatro esposas y se aplicaron reglas específicas que regulaban estos matrimonios. Hay muchos dichos del Profeta en donde obligaba, a quienes aceptaban el Islam y estaban casados con más de cuatro esposas, a elegir cuatro y divorciarse del resto en forma honrada:
“Si teméis no ser equitativos con (las dotes de) las huérfanas, entonces casaos con otras mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro. Pero si teméis no ser justos, casaos con una sola o recurrid a vuestras esclavas. Esto (casarse con una sola mujer) es lo recomendable para evitar cometer alguna injusticia”.
Vemos en esta aleya que se estipula una estricta justicia en el trato para evitar cualquier daño que perjudique a la mujer como condición para quienes quieran contraer más de una esposa. Según la ley Islámica, una segunda, tercera o cuarta esposa goza de los mismos derechos y privilegios que la primera sin sufrir una pizca de injusticia o deshonra. El Profeta advirtió sobre el favoritismo cuando dijo:
“Quien tenga dos esposas y favorezca a una sobre la otra, llegará al Día de la resurrección con uno de sus lados caído”.
La justicia en este contexto se aplica a los aspectos materiales como los gastos, la división justa de los bienes, los regalos, el tiempo que se pasa con cada esposa, etc. La poligamia en la sociedad islámica está limitada a cuatro esposas con sus respectivos contratos matrimoniales, testigos, etc. El hombre debe cargar con todos los gastos y responsabilidades de sus esposas y de los hijos que nazcan de esos matrimonios. Todos los hijos son legítimos y deben ser educados y cuidados bajo la responsabilidad de ambos padres.
Un hombre impotente, no debería casarse ya que nunca podrá cumplir con el requisito básico del matrimonio (procreación). Quien sabe con certeza que no es capaz económicamente de mantener a otra esposa y otro hogar, no debe casarse con una segunda esposa del mismo modo que un soltero debe ganarse la vida para poder mantener en el futuro a una esposa e hijos.
¿Por qué el Profeta tenía más de 4 esposas?
El hecho de que sólo Mahoma es acusado de poligamia es sorprendente, ya que este es un "privilegio" que disfrutaron los profetas antes que él. Las Escrituras hablan de la poligamia como un "favor" que les ha otorgado el Señor.
De los relatos anteriores, podemos ver que a los Profetas, incluido Mahoma, se les permitió ser más polígamos que sus seguidores, no solo por razones carnales, sino también por razones políticas y religiosas relacionadas con su llamado.
El Profeta llevó una vida sustentada solo por las necesidades mínimas. Sus esposas llevaban una vida de trabajo y sacrificio, mientras él estaba mayormente ocupado fuera de casa supervisando sus numerosos deberes como Profeta, ni siquiera estaba en su hogar la mayor parte del tiempo.
De los 25 a los 50 años fue fiel a una sola esposa, Khadijah, que dio a luz a todos sus hijos excepto a uno. Permaneció con ella hasta su muerte. Entre los 53 y los 60 años se casó con todas sus otras esposas por muchas razones que se detallan a continuación:
Transmitir el Islam a las próximas generaciones como un legado práctico
Para cimentar las relaciones de la naciente nación
Para enseñar a los musulmanes la compasión por las mujeres
Ofrecer un modelo práctico a los musulmanes hasta el fin de los tiempos.