Te amo. Sé que probablemente te lo haya dicho un montón de veces hasta ahora, pero debes estar totalmente seguro de que lo hago.

Te amo tanto que no hay un momento en el día en el que no esté pensando en ti, porque estás en absolutamente todas las cosas. Me acuerdo de ti mientras escucho música y aparece Queen, o cuando en el trabajo me piden un sándwich y recuerdo la forma en la que dices "sanguchito". Pienso en ti cuando veo cualquier cosa de menta y pienso: Ryzek odiaría esto, entonces te imagino discutiendo conmigo por el sabor a pasta de dientes y otra vez me haces sonreír como tontito.

Te amo tanto, tanto que todavía no puedo entender cómo estuve tanto tiempo sin ti, pero no niego que siempre te estaba pensando. A pesar de eso (y de lo mucho que nos extrañábamos) debo decir que no me arrepiento, porque está claro que, ahora mismo, somos mil veces mejores que antes. No sabes lo feliz que estoy con la persona en la que te has convertido, y por eso estoy tan orgulloso de ti.

Así que, por muy sorprendente que suene, agradezco al destino por todo lo que hizo con nosotros, pero mucho más por decidir juntarnos otra vez.