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En cuanto a las clases:

  • La gente es extremadamente competitiva en cuanto a notas.
  • Llevar algunas asignaturas a las recuperaciones de septiembre es lo más normal del mundo.
  • Hay que buscarse compañeros de trabajo comprometidos.
  • La posibilidad de encontrar sitio en la biblioteca en época de exámenes es muy remota.
  • Los horarios de clase son una maravilla la mayoría de las veces.
  • Saltarse alguna clase de vez en cuando es saludable.
    • Excepto si el profesor tiene en cuenta la asistencia.
  • Hay que empezar a estudiar dos meses antes de los exámenes, como mínimo.
  • La asistencia continuada a clase y los trabajos bien hechos pueden significar la diferencia entre el aprobado y el suspenso.
  • Los alumnos de 40 años también les hacen la pelota a los profesores.
  • Siempre habrá un sabelotodo que interrumpe al profesor cada cinco minutos.
  • Si alguna vez te pierden un examen (y no es tan raro que pase), vivirás constantemente con el miedo de que vuelva a suceder.
    • Habla la voz de la experiencia.
  • Hay que revisar constantemente el campus virtual y el e-mail, porque si no, no te enterarás de que han mandado trabajos nuevos, que han cambiado alguna hora de clase, que algún profesor piensa faltar tal día a tal hora...
  • Probablemente alguna vez tendrás la extraña sensación de que alguno de tus profesores ha conseguido el título de catedrático en la tómbola.
  • Habrá profesores que te dejarán entrar y salir de sus clases con toda normalidad sin necesidad de pedir permiso, mientras que otros no te dejarán ni respirar si no has levantado antes la mano.

En cuanto a vivir en un piso de estudiantes:

  • Vas a echar muchísimo de menos tu propia cama, y probablemente muchos días te despiertes con dolores de espalda.
  • Acabarás perfeccionando la receta de tus espaguetis de tal manera que ya no habrá ningunos más buenos que los tuyos.
  • Tener apuntados en la agenda del móvil algunos números de pizzerías con servicio a domicilio es una idea inteligente.
  • Si eres una persona desordenada, te darás cuenta de que tu habitación necesita ser ordenada urgentemente cuando te haga falta una katana para abrirte paso entre ropa/libros/papeles desde la puerta hasta la cama.
  • Sabes que necesitas volver a casa cuando en el congelador quedan pocos tupperwares con comida de tus padres.
  • Es divertido crear nuevas recetas con la poca comida que te queda hasta que vayas a hacer la compra.
  • Puede que tengas vecinos con una vida sexual muy activa y con unos gustos musicales que nada tienen que ver con los tuyos.
sep 3 2011 ∞
sep 14 2013 +