Amo las dichas del hogar sencillo. Apetezco su plácido cariño.

• Un paragüero al lado de la entrada principal, con sombrillas de colores alegres (y una negra, por supuesto).
• Una campana de viento en el balcón, si es que hay balcón. Sino, en cualquier parte del techo.
• Una cafetera roja, en una cocina acogedora, para tomar a gusto el café de la mañana y la tarde.
• Muchas ventanas, para tener luz natural y poder escuchar el canto de los pájaros a menudo.
• Un canasto de cepillos en el baño, en donde haya más cepillos que personas en la casa.
• Tazas de colores. Muchas de ellas, para que los visitantes elijan las que más les gusta a la hora del (café) té.
• Un juego de té bonito, por cierto.
• Pinturas hechas por mí en cualquier lugar, aunque no sean muy buenas.
• Una marimba pequeña, para tocar cuando esté triste. Eso sería adorable.
• Muchas flores en macetas.
• Una cama gigante y cómoda, con sábanas tibias.
• Paredes llenas de fotos y papeles, para recordar buenos tiempos siempre.
• Un estudio, lleno de libros.
• Un escritorio en ese estudio, repleto de mis escritos y tazas de café sucias. Una silla cómoda frente al escritorio también.
• Desayunador, o una mesa común, no sé.
• Un balcón
• Árboles en el jardín, muy grandes.
• Una tina
• Cortinas bonitas
• Una alfombra en el baño, una al lado de mi cama y otra en la entrada de la casa
• Ventanas grandes
• Muebles de madera, modernos.
• Puertas francesas
• Una cocina bonita y pequeña a la vez.
• Sillones suaves, grandes y agradables.
• Paredes blancas o verdes muy claro.
• Suelos de madera, para caminar en calcetines.